martes, 27 de agosto de 2013

Si te olvido, te inventas.

Te busco en cada rincón de todos los infiernos que recorro cada día en tu ausencia.
Te respiro en el aire como si las partículas tuvieran en ellas pedazos de tu boca,
me sabes a vida, a viento, a mar,
A olvido, a borrachera. O bebo por olvidarte o celebrando que te olvide. Pero tu recuerdo viene acompañado de dos hielos. O tres.
Te imagino perdida en su boca intentando encontrarme, pero nunca pasa. No me hayas; Y yo no te busco en otra boca más que en la del viento y tampoco nunca te encuentro.
Y escribo letras débiles y pobres que no encerrarían ni una cuarta parte de lo que es este vaivén.
 Mi alma sale a la cubierta del barco que habita, el cual es mi cuerpo. Trata de pescarte y se pasea todas las mareas siguiendo el canto de las sirenas, pero sólo se encuentra con monstruos camuflados de risas y seda .
 Mis letras cada vez están más secas, ya no hay quién las moje con sólo tocarlas.
 Atrapadas entre fragmentos de tiempo congelado en el viento, entre aquí y allá. Entre una invitación y una despedida. Entre una eternidad que nos duro sólo segundos, estamos tú, yo y mis irremediables ganas de romperte en pedazos microscópicos y volverte fractales de luz hasta hacerte quedar caleidoescópica. 
Romperte y volverte armar de forma diferente todos los días.
Si te olvido, tu te inventas y en algún lugar de mis sueños, me secuestras y no pides recompensa.
Igual perderías el tiempo. Nadie vendría a rescatarme.
Así que invéntate las veces que quieras y ven a atormentarme los demonios .
Total,
y hace rato que no me dejan dormir.

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