Ondas de sonido que ecualizan tu compás con el mío.
Vibraciones y frecuencias que mantienen su equilibrio senoidal.
Juntos somos un sonido monofónico, que al reproducirlo, se vuelve estereofónico.
Llenos de distorsión, de bajos... Pero también de brillos.
Frecuencias que chocan esperando ser redirigidas, buscando un sonido más envolvente.
Dónde no sólo empaten, sino que tengan espacio para sonar mejor.
Sonidos que a pesar de estar tan rotos, conservan su melodía más armoniosa.
Anhelando loopear cada momento vivido con el bpm del corazón a 150.
...Masteriza este amor que me ecualiza, limpia la pista como el mejor artista.
Pdt: Ven y dame un beso french que me inunde el core de esta melomanía de amor.
