martes, 26 de febrero de 2019

Oda ala vuelta al sol #24









Tantas vueltas al sol para descubrir que siempre has estado en el mismo lugar
Que sigues inmóvil, girando sobre tu propio eje.
Por un año más de vida, uno menos de tiempo.
La premisa de que el tiempo todo-lo-cura, pero también todo-lo-pudre.
Añejando este estuche gastado, lleno de historias dibujadas en la piel, de pecados cometidos, de besos gastados, de noches derrochadas.
Dejando atrás los años, los dañosescalando peldaños, desaprendiendo lo aprendido, perdiendo la dirección hacia dónde ir... A la deriva como pirata. 
Tejiendo alas nuevas, despercudiéndo el alma, quemando la casa para salvarte.
Soltando las cuerdas que total hace tiempo estaban flojas, luchando por mantener el equilibrio entre tantas estatuas rotas, peleando por escapar de la cárcel que mismo construiste.
A veces amando las rejas que te atrapan, a veces mordiéndolas hasta romperte los dientes, a veces creando la llave con tus uñas
La vida follándote sin protección y sin lubricación, la puta que se deja y no se queja.
El amor al caos usado para crear calma, el amor al arte usado para depurar heridas, la rata que busca la salida al laberinto una y otra vez, aunque siempre falle en el intento.
Veintitantos intentos fallidos, veintitántricos encuentros mágicos, Veinticuatro abismos por los cuales caer
Esa manía de querer siempre vivir quemándose. De amar ardiendo.
De sentir hasta sangrar y bailar hasta morir siendo ceniza.
Al final sólo queda resistir más vueltas al sol. Las que sea necesarias para poder llegar a tocarlo y morir en el intento de ser fuego.