viernes, 15 de agosto de 2014

MUCHO ES IGUAL A NADA

Tantas cosas perdidas, tantas ganadas, tantas por perder. Tantas que ganar.
Tanto conocimiento adquirido, tanto por desaprender. Tanta ira, tanto amor, tanto por hacer...
Dudas, tareas inconclusas, orgullo, risas, llanto, enfermedades; vida, muerte...
Consecuencias, enseñanzas, tranquilidad, desasosiego, esperanza, desesperación.
La incógnita de no saber qué hacer, la responsabilidad de tener que hacerlo. Esos puntos intermedios en los que tienes todo para estar bien y por ende sientes que algo anda mal.
Esos gritos silentes del alma, ese querer arrancarte el cabello. Ese no necesitar de nadie pero depender de alguien.
¿Me voy a volver loca? o ¿Ya lo estoy?
¿Es madurez o inmadurez lo que siento? Tantas rutas alternas, tantas salidas de escape...
Tanto para dar y tan poco tiempo... Tanto tiempo infinito y tan pequeño el aprovechado.
Ese sentir que te ahogas y necesitas espacio para respirar. Ese darte cuenta que a tu alrededor no hay nadie que te lo impida.
...¿Entonces qué es?
Qué es esto que siento subirme del pecho a la garganta, porqué quiero matarlos a todos, porqué tanta intolerancia, porqué ese sentir que mis alas fallan si las estoy entretejiendo de nuevo...
¿Será por eso?
¿Destruir para construir?
¿Caos para traer calma?
....Quizá es eso, Estoy acostumbrada a ser tan leve que vuelo a la velocidad que se me antoje. Quizá debo aprender a caminar para volver a elevarme. Quizá este sin sabor es que me adentro en la vida real. Y de esto se trata; una infinidad de elementos que juntos y proporcionados dan el equilibrio que tanto busco. A veces tanto, tanto, tanto... Que al final se queda en nada.